El centro de datos submarino de Microsoft, conocido como “Project Natick”, ha demostrado ser un éxito rotundo, según el artículo de Xataka. Este proyecto, que comenzó en 2013 y sumergió un centro de datos a 36 metros de profundidad cerca de las Islas Orcadas en Escocia, tenía como objetivo evaluar la viabilidad y eficiencia de los centros de datos submarinos en comparación con los terrestres. El cilindro sellado herméticamente albergaba 864 servidores alimentados por energías renovables, y durante los dos años que estuvo sumergido, solo seis servidores fallaron, en contraste con los ocho fallos registrados en un centro de datos terrestre equivalente.
Dos factores clave contribuyeron al éxito de este proyecto. Primero, la estabilidad de la temperatura del agua del mar proporcionó un entorno constante y favorable para los servidores. Segundo, el uso de nitrógeno inerte para proteger las máquinas ayudó a prolongar su vida útil. Noelle Walsh, Jefa de Operaciones en la Nube e Innovación de Microsoft, destacó que los aprendizajes obtenidos de este experimento serán cruciales para optimizar futuros centros de datos, especialmente en lo que respecta a sistemas de refrigeración y el diseño de soluciones que minimicen vibraciones e impactos.
A pesar de estos resultados positivos, Microsoft no tiene planes inmediatos de instalar otro centro de datos submarino. Sin embargo, la compañía utilizará las lecciones aprendidas para mejorar la eficiencia y sostenibilidad de sus futuros centros de datos terrestres. Curiosamente, China ha iniciado un experimento similar en la costa sur de Hainan, demostrando el interés global en explorar soluciones innovadoras para reducir el impacto medioambiental de los centros de datos. En resumen, “Project Natick” no solo ha sido un éxito técnico, sino también una fuente valiosa de conocimientos para el desarrollo futuro de infraestructuras tecnológicas más sostenibles y eficientes.